martes, 10 de enero de 2017

Pueblo Chico

Todavía no ha habido ninguna instancia oficial, convocatoria o reunión luego de la apertura de sobres con la lectura de los ganadores del Concurso Internacional Eco Parque Buenos Aires, y ya se empieza a opinar sobre los mecanismos que generaron y concretaron la convocatoria, lo que no compartimos en absoluto, y menos, que tal debate se de en un suplemento periódico de un diario, y no en el marco de las instituciones promotoras y patrocinantes.

Compartimos la inquietud publicada por el Arquitecto Solsona en el suplemento arquitectura de clarín, de hecho en este blog abundan los posteos respecto al tema Concursos, pero la consideramos absolutamente extemporánea.

Preferimos esperar la convocatoria por parte del Gobierno de la Ciudad, donde aspiramos a que el Ministerio, como uno podría bienintecionadamente suponer, ofrecerá generar un equipo integrado ampliado a partir de la selección de los 3 proyectos ganadores, en busca del mejor proyecto posible (a partir de lo generado por el indiscutible mecanismo de los concursos), en cualquiera de sus formatos de vinculación (sobre todo cuando uno acepto las condiciones para participar).

El Concurso nos pone a representar al resto de la Matrícula, y nos otorga el aval del colectivo, por la excelencia que implica ganarlo; y le da al cliente, al Gobierno de la Ciudad, el aval ante el resto de la sociedad, de poner a una serie de técnicos calificados y avalados por la disciplina y sus mecanismos, detrás de dar forma a los pulsos que la época claramente expresa, para producir y materializar esos cambios.
Esa es la Licencia Social que le permitirá al Gobierno evitarse los problemas, que por ejemplo, le generan hoy los trabajos realizados en el acceso al Botánico.
 

Respecto a la reduccionista idea de que un equipo integrado implicaría "mezclar las ideas",
respondemos con Arquitectura:
El Parque de la Memoria, Mausoleo de J.D.Perón, es fruto de un Concurso, donde fueron seleccionados 3 equipos ganadores, a partir del cual, se generó un proyecto superador y nuevo que integró dicho proceso, y que nos tuvo como estudio proyectista junto a nuestro cólegas.
La obra fue premiada y publicada en todo el mundo, como natural corolario de un gran proceso de convocatoria, concurso, contratacion, desarrollo y ejecución, lo que implica algo mas profundo y enriquecedor que mezclar las ideas.

Puerto Madero es otro ineludible ejemplo al respecto.

Por supuesto que para eso hace falta confianza: confianza en las ideas, en las personas, y en los valores que nos convocan, y que hacen que nuesta disciplina deje de ser un deporte de elite, para definitivamente asumir sus incumbencias y transformarse en una poderosa herramienta de integración multidisciplinar y transformación.

Quedamos a la espera de los naturales pasos que corresponde esperar, ante la convocatoria en fechas próximas por parte del Promotor;
y aspiramos en principio, a integrar un equipo calificado, integrado por los ganadores y los equipos técnicos del Ministerio de Modernización, para producir el mejor de los proyectos para la Ciudad.



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